Kaula Yoga
El yoga de la escuela Kaula
Kaula o kula es un término sánscrito que, en el Tantrismo esotérico, hace referencia al poder divino (shakti), el aspecto femenino de lo absoluto. El aspecto masculino de lo divino se conoce como akula (Shiva).
El Kaula Yoga o Kaula Mârga es un camino espiritual ensalzado en el Kula- Arnava-Tantra:
Igual que las huellas de todo ser vivo se pierden en las del elefante, también todos los puntos de vista filosóficos se absorben en la enseñanza kula.
Igual que el hierro no puede compararse con el oro, tampoco las enseñanzas kula deberían juntarse con otras.
Montado el vehículo de la enseñanza kula, la persona mas excelsa deja la isla de este mundo y alcanza el cielo donde obtiene la joya de la liberación.
En otros puntos de vista filosóficos, las personas logran la liberación por medio de prácticas prolongadas. En la escuela Kaula, se liberan de forma inmediata.
(Kula-Arnava-Tantra 2.13-14-20-21)
Los comienzos de la escuela Kaula dentro del vasto abanico del Tantrismo datan del siglo V d.C. Tradicionalmente se considera a Matsyendra su fundador, aunque parece que solo fundó la rama yoginî-kaula en Assam. Sea como sea, cuando Abhinava Gupta escribió sus obras sobre el Shivaismo de Kachemira en el siglo X d.C., la tradición Kaula ya estaba bien establecida, con una larga historia detrás.
En consonancia con la tradición Siddha, los Kaulas creen que la iluminación es un acontecimiento corporal y que las estructuras del cuerpo, si se manipulan adecuadamente, ocasionan la autorrealización. El mecanismo central de este proceso es el “poder serpentino” (kundalinishakti), también conocido como kula o kula—shakti.
En las prácticas de la escuela Kaula resulta fundamental la divinización del cuerpo estimulando el flujo del néctar de la inmortalidad (amrita). Tal néctar fluye desde un centro secreto situado en la cabeza y es desperdiciado por las personas ordinarias dado que no conocen su importancia. La conexión intrínseca entre éste néctar y la inmortalidad se cita escuetamente en el Kaula Jñâna Nirnaya (14.94): “¿Cómo puede existir la inmortalidad (amaratva) sin el flujo del néctar?”. En este texto se afirma que tal líquido es “realmente la condición del kaula”.
El néctar, denominado también soma, amara-vârunî y pîyûsha es de color rojizo claro y brillante y provoca un exquisito placer. Según el Shiva Samhitâ (2.7ss.), el néctar de inmortalidad tiene dos formas: una fluye a través del conducto izquierdo (ida—nâdi) y alimenta el cuerpo; la otra fluye a lo largo del camino central (sushumna—nâdi) y crea la “luna” (candra). El flujo del néctar se incrementa cuando el “poder serpentino (kundalinishakti) asciende desde el chakra raiz (muladharachakra) hasta el chakra de la garganta (vishuddhachakra).
El Hatha Yoga Pradipika (4.53) aclara que todo el cuerpo debe inundarse con esta ambrosía para producir un cuerpo superior dotado de enorme vigor y fuerza y libre de toda enfermedad.
La orientación positiva del cuerpo de los kaulas incluye la utilización de ritos sexuales (maithunâ), una característica importante de muchas escuelas tántricas.
El término kaula también se aplica al practicante mismo de la escuela Kaula. De acuerdo con el Akula Vîra Tantra, hay dos clases de kaulas: el kritaka—kaula (kaula artificial), que tiene que ver con el “poder serpentino” (kundalinishakti) y que intenta dominarlo para lograr la liberación, y el sahaja—kaula (kaula espontáneo), que ha logrado identificarse con Shiva y reside eternamente en el estado de samarasa, concepto que hace referencia al estado de resonancia corporal en armonía con lo divino.
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